El próximo 14 de febrero, España vivirá un cambio significativo en la Televisión Digital Terrestre (TDT). A partir de ese día, los televisores de los hogares de los españoles transmitirán exclusivamente en alta definición (HD), por lo que los canales en calidad estándar (SD) desaparecerán para siempre. Según recoge el Real Decreto 391/2019 del 21 de junio, esta actualización permitirá ahorrar ancho de banda y beneficiará la transmisión de contenido en 4K. Además, favorecerá al 'impulso en Europa de los servicios asociados a la telefonía móvil de quinta generación (5G)'.

Pero no todo es tan bonito como parece, al menos para el 2% de la población que se verá afectada por este cambio y que, de una manera u otra, se verán obligados a realizar un desembolso de dinero para poder seguir disfrutando de los programas que consumían hasta la fecha. Por suerte, las alternativas no son precisamente pocas, y al decodificador tradicional se han añadido otras nuevas que pueden facilitar la adaptación de los telespectadores a esta transición definitiva al HD sin necesidad de comprar un televisor nuevo.

Lo primero que hay que aclarar es que el fin de la TDT como la conocemos hoy en día afectará por igual a aquellos usuarios que reciben la señal por antena que quienes lo hacen vía satélite (SAT-TDT). En ambos casos, y siempre que el televisor no sea compatible con canales de alta definición debido a su antigüedad, la solución que implicará un menor desembolso de dinero será comprar un sintonizador HD. Estos aparatos pueden conseguirse fácilmente por un precio que ronda los 20 euros. Tal como recogen portales especializados, todas las opciones que cuenten con el receptor estándar DVB-T ('Digital Video Broadcasting-Terrestrial') y que sean capaces de ejecutar el flujo MPEG-4 resultarán igual de válidas. Desde luego, no te resultará nada complicado encontrar este tipo de sistemas, que pese a muchas veces venir integrados en los televisores, todavía se venden en su versión independiente.

Otra alternativa económica, quizás menos que la anterior pero igualmente útil, será la de recurrir a herramientas como el Amazon Fire TV Stick o el Google Chromecast. En ambos casos, estamos hablando de dispositivos que se conectan en el puerto HDMI del televisor y, mediante la conexión a una red wifi, convierten un aparato obsoleto en una 'Smart TV'. De esta manera, no solo se consigue tener acceso a plataformas como Netflix o HBO pese a que la 'tele' no tenga capacidad de conexión red de fábrica, sino que se pueden descargar las aplicaciones de canales a la carta.