La empresa pública Ineco ha iniciado un análisis pionero sobre la movilidad aérea en las ciudades, con el lanzamiento del grupo de estudio Clúster Siam. Este enfoque en la movilidad aérea urbana se ha materializado mientras empresas realizan pruebas de transporte con drones en Zaragoza, A Coruña y Jaén. A pesar de la falta de una regulación europea específica, se estima que el reparto de medicamentos con drones a zonas rurales podría comenzar en dos años para luego extenderse a la distribución de mercancías urbanas.

París tiene previsto la implementación de taxis voladores durante los Juegos Olímpicos de este verano, mientras se espera que la extensión de los aerotaxis en Europa no sea antes de 2030. La tecnología de los drones eVtol, más grandes que los drones convencionales, presenta una nueva forma de transporte que, a pesar de estar técnicamente viable, enfrenta desafíos regulatorios, de integración en el espacio aéreo y de telecomunicaciones.

La normativa europea para los drones eVtol y los aerotaxis definirá su construcción, operatividad y formación necesaria para los pilotos. Incluso con fabricantes trabajando en su certificación, se espera que la regulación definitiva llegue en el futuro. Mientras tanto, ciudades como Zaragoza y Madrid comienzan a estudiar la regulación municipal y empresas españolas realizan pruebas con nuevos prototipos.

El sector confía en la aplicabilidad inicial de los drones en el ámbito sanitario, como el reparto urgente de medicamentos y el traslado de pruebas médicas en entornos rurales o zonas poco pobladas. En el ámbito logístico, se vislumbra un futuro en la distribución aérea de mercancías urbanas, con potencial para ser una realidad en 2030. Aunque la movilidad aérea urbana presenta oportunidades, también conlleva desafíos como la privacidad, la aceptación social y la regulación.