Recordar aquellos meses le duele y le entrecorta la voz. Montserrat Herrera, coordinadora de limpieza de una residencia de Lleida, se queja por la falta de responsabilidades tras las muertes vividas: 'Decidíamos quien moría y quien vivía', sostiene. Entidades como Médicos Sin Fronteras denuncian que muchos residentes fallecieron esperando ser trasladados a hospitales, mientras escaseaban los medios básicos para la supervivencia como las bombonas de oxígeno.

Trabajadoras anónimas recuerdan la imposibilidad de trasladar a los ancianos enfermos al hospital y la escasez de medios básicos. La omisión de deber de asistencia es sostenida por Médicos Sin Fronteras, mientras el Parlament concluye en 'errores' pero sin señalar a ningún responsable.

Las trabajadoras se quedaron solas ante el drama, vulnerándose muchos derechos humanos. Montserrat Herrera lamenta que no tenían material ni apoyo, sintiéndose abandonadas. Señala que 'nos tocaba clasificar a quien derivábamos. Había que dar oportunidad a quien podía salvarse'.

La falta de medios y la imposibilidad de derivar a los enfermos al hospital ha sido una situación común en varias residencias, según el relato de las trabajadoras y la oenegé Médicos Sin Fronteras. A día de hoy, las condiciones laborales y de atención en las residencias continúan generando descontento entre los trabajadores.