El reconocido director mexicano Luis Estrada se embarca en la adaptación de la obra 'Las muertas', del escritor Jorge Ibargüengoitia, al medio audiovisual. La novela, publicada en 1977, está inspirada en la historia real de las hermanas María del Jesús y Delfina González Valenzuela, conocidas como Las Poquianchis, y sus crímenes en Jalisco y Guanajuato. La trama aborda estafas, trata de mujeres, entierros clandestinos y asesinatos en el contexto de burdeles regenteados por las hermanas. Esta adaptación cinematográfica busca plasmar la feroz realidad de uno de los casos más impactantes del siglo XX en México, a través de un formato de reportaje novelado.

La serie, que será producida por Netflix, se llevará a cabo en locaciones que incluyen Guanajuato, San Luis Potosí, Veracruz y Ciudad de México, además de los estudios Churubusco. Estrada, reconocido por su estilo satírico en películas como 'El infierno' y 'La dictadura perfecta', promete mantener el tono de humor negro característico de la obra original. El director considera que la narrativa de Ibargüengoitia, rica en detalles visuales, es casi un guion cinematográfico por sí misma, lo que motivó la decisión de convertir la adaptación en una serie de seis películas.

Estrada, quien ha expresado su pasión por 'Las muertas' desde temprana edad, relata que el proceso de obtención de los derechos de la obra fue largo y en más de una ocasión infructuoso. Sin embargo, gracias a la colaboración con Netflix, el proyecto se ha materializado. Aunque inicialmente consideró adaptar la obra a una única película, la propuesta de la plataforma de streaming de realizar una serie llevó al director a replantear su enfoque, reconociendo la evolución en los hábitos de consumo de entretenimiento y la relevancia de las plataformas digitales en la actualidad.

El mensaje de la adaptación no buscará ser didáctico, sino más bien reflejar el humor negro y la sátira social que Ibargüengoitia imprimió en su obra, ofreciendo una mirada crítica de la realidad sociopolítica mexicana. Estrada plantea que la historia de Las Poquianchis es un reflejo despiadado del país y sus instituciones, y que permanece vigente en una época marcada por la violencia, el feminicidio y la corrupción. La serie se presenta como una propuesta audiovisual que, lejos de ofrecer respuestas, plantea preguntas incisivas sobre la esencia de la sociedad mexicana.