Joaquima, 109 años y autónoma: 'El reto es detectar a tiempo la fragilidad para evitar la dependencia'

El caso excepcional de Joaquima, una centenaria independiente

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Georg Arthur Pflueger - Unsplash

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  • Joaquima Sardà, de 109 años, desafía los pronósticos geriátricos.
  • El envejecimiento poblacional plantea un desafío para la detección temprana de fragilidad.
  • La importancia de invertir en geriatría y promover hábitos saludables.
En 1914, año en que empezó la primera guerra mundial, nació Joaquima Sardà, en el barrio de Sant Andreu de Barcelona. Todavía no se había ni inventado la penicilina. Joaquima tiene ahora 109 años y los médicos que la tratan están convencidos de que es una de las personas más longevas no solo de España, sino del mundo. El secreto es que no hay secreto: los geriatras creen que 'algo hay en su biología' que la hace vivir tanto tiempo. El inusual caso de Joaquima pone sobre la mesa el reto del 'tsunami' de personas envejecidas que se avecina en próximos años.
La mujer es autónoma, camina, puede hacer sus necesidades por sí misma, vive sola (aunque dos sobrinos que residen en el mismo edificio la cuidan) y puede mantener una conversación sencilla, marcada, eso sí, por su sordera. Trabajó de carnicera, en una parada en el Poblenou, y de modista. Fue profesora de corte y confección. Ahora, a sus 109 años le gusta hacer ganchillo y regar las plantas. Está estos días ingresada en la Unidad de Geriátricos Agudos que comparten los hospitales de Sant Pau y Dos de Maig, en el Eixample, porque se le infectó una herida en la pierna.
Los médicos que la tratan observan pasmosos su caso. La esperanza de vida de las mujeres en España son los 86 años. Cuando Joaquima nació, y por eso su caso es 'excepcional', estaba situada en los 40 años. Según cálculos del Idescat, en el año 2030 una cuarta parte de catalanes será mayor de 65 años 'Este hospital está en una de las zonas más envejecidas de Catalunya, por lo que tenemos una especial sensibilidad por la gente frágil', explica Jordi Mascaró, jefe de la Unidad de Geriatría del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona).
Pacientes como Joaquima, que ha llegado a los 109 años sin patologías de base y sin tomar pastillas, son una excepción. Pero ponen sobre la mesa una realidad a la que, según los geriatras, la sociedad no está dando la importancia que tiene: el envejecimiento poblacional. 'Cada vez veremos más casos como los de Joaquima, aunque seguirán siendo la excepción', señala el doctor Mascaró. Para él, es todo un 'reto' para el sistema hacer frente al 'tsunami' de personas envejecidas que vendrá.

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