El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha expresado en privado su frustración hacia el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu. Según fuentes anónimas citadas por NBC, Biden habría utilizado el término 'gilipollas' en al menos tres ocasiones al referirse a Netanyahu. Esta aparente incomodidad se debe a las actuaciones de Israel en la operación militar en Gaza, con cifras de fallecidos en aumento y la planeada ofensiva terrestre en Rafah. A pesar de esto, la Casa Blanca mantiene su firme respaldo a Israel.

Las conversaciones telefónicas entre Biden y Netanyahu han reflejado la creciente insatisfacción del presidente estadounidense con la postura del líder israelí. Aunque Biden ha mostrado su descontento en conversaciones privadas y públicas, la política de apoyo incondicional a Israel por parte de Estados Unidos se mantiene. Esta postura ha generado impacto político tanto dentro como fuera de Estados Unidos, afectando su posición electoral.

A pesar de la presunta frustración de Biden con Netanyahu, la política de respaldo militar y económico a Israel se mantiene sin cambios significativos en la Administración. Aunque se debaten opciones como ralentizar ventas de armas o reconocer un estado palestino, las decisiones en el Despacho Oval se mantienen firmes. Este aparente desencanto no se traduce en modificaciones drásticas en la postura de Washington.

La posición de Biden está generando descontento dentro del Partido Demócrata y entre algunos sectores electorales clave, como la comunidad árabe-estadounidense y musulmana, así como votantes jóvenes y negros. Este desgaste político podría tener implicaciones directas en su campaña por la reelección, especialmente en estados cruciales como Michigan. Aunque Biden muestra incomodidad con la situación en Israel, su respaldo a Netanyahu se mantiene incondicional hasta el momento.