La detención de la activista Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano, y varios de sus familiares ha generado desconcierto y preocupación en Venezuela. Rocío San Miguel, reconocida defensora de los Derechos Humanos y con gran conocimiento del mundo militar en el país, fue arrestada por la policía política bajo acusaciones de conspiración, sin que se conozca su paradero, al igual que el de su hija, su padre, hermanos y otros parientes.

La detención de San Miguel, sumada a la de algunos de sus familiares, ha generado una enorme conmoción en Venezuela. El fiscal general del régimen chavista, Tarek William Saab, reconoció que la activista estaba detenida, sin revelar su paradero, y la señaló por supuestamente planear un golpe militar contra el chavismo. Este acontecimiento ha generado un incremento en la tensión política en el país latinoamericano.

Líderes políticos y organizaciones civiles han exigido la liberación inmediata de Rocío San Miguel, destacando su labor en la defensa de los Derechos Humanos. La candidata presidencial de la oposición venezolana, María Corina Machado, se pronunció en solidaridad con la activista y llamó a la comunidad nacional e internacional a apoyar su liberación.

La incertidumbre persiste en torno al paradero de la activista y sus familiares, mientras diversos actores nacionales e internacionales instan a las autoridades venezolanas a esclarecer la situación y respetar los derechos fundamentales. La detención de Rocío San Miguel ha generado un fuerte impacto en el campo democrático y en la defensa de los derechos humanos en Venezuela.