Investigadores de Fedea proponen una reforma integral que flexibilice el acceso a la pensión y cree nuevos incentivos para la prolongación de la vida laboral. El envejecimiento de la población en España, sumado a la mayor esperanza de vida de los ciudadanos y la menor tasa de fecundidad, plantea un desafío para la sostenibilidad del sistema de pensiones. La propuesta busca generar más riqueza al permitir que quienes están cercanos a la jubilación sigan trabajando.

El trabajo 'Envejecimiento y jubilación', elaborado por los investigadores de Fedea José Ignacio Conde-Ruiz y Sergi Jiménez-Martín, propone modificar la legislación laboral y de pensiones para aprovechar el talento sénior que desee seguir trabajando. La idea central de la reforma es permitir completamente cobrar una pensión de jubilación y seguir trabajando al mismo tiempo, incluyendo la creación de un nuevo contrato sin costes de indemnización por despido.

Los economistas consideran que las modalidades de retiro flexible actuales son excesivamente rígidas y proponen eliminar estas rigideces para beneficiar a trabajadores, empresas y al Estado. Según su investigación, la capacidad de trabajo de los ocupados de 60 a 69 años en España ha aumentado un 59% en las últimas tres décadas, lo que indica que los trabajadores mayores están cada vez más formados y capacitados.

La propuesta también contempla unificar las modalidades de jubilación en una sola desde la primera edad posible de jubilación anticipada, haciendo la pensión compatible con el trabajo en todas las edades. Además, plantea cambios en las cotizaciones del trabajador y en el impacto en los pagos de cuotas sociales que hacen las empresas.