Trabajadores de Danone se oponen al cierre de la planta de Parets

La decisión de la empresa de cerrar la fábrica deja a 157 familias en incertidumbre

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Crystal Kwok - Unsplash

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  • Danone planea cerrar la planta de Parets del Vallès, afectando a 157 empleados.
  • Los trabajadores expresan su indignación y preocupación por el cierre repentino de la factoría.
José abrió la fábrica de Danone en Parets del Vallès (Vallès Oriental) y, para su desgracia, tiene ya asumido que, 41 años después, la cerrará. “Entré a trabajar con 18 años, en abril del 1983, creo recordar. Hacía poco que la Danone se había mudado de la planta que tenía en la calle Córsega de Barcelona a Parets porque se le había quedado pequeña. Entonces los yogures todavía se vendían en farmacias y los recomendaban los médicos. Hasta que los supermercados vieron negocio y empezaron a venderlos. El día que abrieron recuerdo que vino [el president de la Generalitat] Jordi Pujol a inaugurarla. Y desde entonces han pasado 41 años… y ya nos han dejado claro que no serán más”, cuenta este trabajador, enfundado en un peto amarillo, frente a la sede corporativa de la compañía, ubicada en la calle Buenos Aires de Barcelona.
La dirección de Danone citó el pasado 12 de enero a sus casi 157 trabajadores de la planta de Parets del Vallès para comunicarles su intención de cerrar la factoría. “Nos dejaron pasar las Navidades para que no molestáramos y nos lo echaron”, cuenta Román, otro empleado con 34 años en su currículo. Los pegotes de pintura blanca que decoran este lunes la fachada de la sede de Danone dan cuenta de la rabia que guarda la plantilla tras el anuncio. “No nos dejaron ni hacer preguntas, no lo soltaron y ‘ahí te quedas’”, recuerda Javi, otro empleado de Parets que no sufre en sus carnes el primer cierre de una marca histórica. “Antes de entrar a la Danone estaba en la Bacardi, de Mollet. Está claro que suerte no tengo”, afirma, con una sonrisa irónica.
El estupor entre los trabajadores de la planta fue total, dado que hasta ese momento los comentarios por parte de la dirección habían sido de orgullo por el trabajo bien hecho y los resultados. “Pocos días antes nos felicitaban, de hecho pensábamos que la reunión era para anunciarnos planes de inversión o de estrategia a medio plazo”, recuerda Verónica, que lleva 17 años entre las líneas de producción de Parets. “El palo fue muy grande”, añade. 'Racionalización industrial', fue el calificativo que utilizó la dirección para comunicar públicamente el cierre.
El anuncio pilló a contra pie a más de uno, sobre todo porque la planta de Parets no peca de obsoleta. Y es que, a diferencia de otros cierres recientes de empresas icónicas en Catalunya, como Nissan, Danone ha estado invirtiendo en sus 51.000 metros cuadrados de factoría. El año pasado culminó una inversión de 22,7 millones de euros para convertir su fábrica catalana en la única híbrida del grupo. Y dos años atrás terminaba una inversión de 6,7 millones de euros para digitalizar los sistemas operativos de la planta.

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