Descubierto el mecanismo biológico detrás de la pérdida de oído causada por ruidos fuertes

Un experimento en ratones abre la puerta a la creación de un medicamento capaz de minimizar el daño auditivo

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Emily Morter - Unsplash

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  • Investigadores de la Universidad de Pittsburgh descubren mecanismo biológico detrás de la pérdida auditiva causada por ruidos fuertes.
  • Experimento con ratones abre nuevas posibilidades para la prevención y tratamiento de la hipoacusia inducida por el ruido.
  • Desarrollo de medicamentos preventivos y reactivos para proteger la salud auditiva ante exposiciones a altos niveles de ruido.
Escuchar música a todo volumen con los cascos puede afectar a la salud auditiva. También hacerlo en un concierto o en una discoteca, o exhibirse encima del escenario, donde se superan los 100 decibelios. En general, cualquier exposición prolongada a más de 80 decibelios es considerada prejudicial para el oído, y de hecho la comunidad científica recomienda utilizar tapones en los entornos más ruidosos para evitar daños permanentes. Porque una vez que las células están lesionadas, no hay nada que se pueda hacer para regenerarlas. Pero ahora un grupo de investigadores de la Universidad de Pittsburgh ha descubierto el mecanismo biológico de la pérdida auditiva causada por ruidos fuertes, lo que abre la puerta a encontrar una forma de prevención.
A pesar del impacto que tiene esta dolencia en la sociedad, al día de hoy las estrategias de tratamiento que protegen y restauran la audición son pocas e insuficientes, reconoce Thanos Tzounopoulos, director del Centro de Investigación Auditiva de Pittsburgh y autor del estudio que se ha publicado este lunes en la revista PNAS. El experimento, hecho con ratones, investiga la correlación entre pérdida auditiva y la presencia en el oído interno de zinc, un mineral esencial para la función celular y la audición adecuadas.
Se trata de un elemento esencial que todos necesitamos para sobrevivir. El 90% del zinc que tenemos en el cuerpo está ligado a las proteínas y las ayuda a hacer su trabajo. Es importante para la comunicación entre las diferentes neuronas y células, explica Tzounopoulos. Sin embargo, el 10% restante, que se conoce como zinc lábil, se encuentra en un estado libre, y desempeña un papel crucial en la señalización celular.
Los experimentos demostraron que otro grupo de ratones, que fue tratado con un gel que atrapa el exceso de zinc que se libera en el canal auditivo tras la exposición a un ruido, eran menos propensos a la pérdida de audición y estaban protegidos del daño inducido. “La parte activa de la droga es un quelante, capaz de extraer metales tóxicos del cuerpo. Disolvimos este quelante en un gel que aplicamos quirúrgicamente a los ratones directamente en el canal auditivo”, explica Tzounopoulos.

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