Un estudio reciente sobre el comportamiento de los grandes simios, incluyendo bonobos, chimpancés, orangutanes y gorilas, revela sorprendentes similitudes con los humanos en el campo del humor y la burla. A través de la observación de interacciones sociales en grupos de estos primates, se confirmó que, al igual que los humanos, los grandes simios disfrutan de comportamientos lúdicos, juegan y provocan. Las especies más jóvenes son las que más destacan en este tipo de interacciones, según las autoras del estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.

El estudio también revela que la capacidad para la burla y el sentido del humor puede remontarse hace 13 millones de años, cuando las especies de homínidos, incluida la humana, divergieron. Esto sugiere que el sentido del humor y la burla tienen un papel evolutivo significativo. Aunque los comportamientos de los simios asemejan las travesuras infantiles humanas, los expertos señalan que estos comportamientos son esenciales en su interacción social, con características que los diferencian del juego. La repetición, la intencionalidad y la búsqueda de provocar a la víctima distinguen estos comportamientos lúdicos de otras interacciones.

Las observaciones sugieren que los comportamientos bromistas, provocativos y lúdicos entre los grandes simios contribuyen a su desarrollo social y emocional. Los resultados muestran que las bromas y burlas son principalmente iniciadas por los individuos más jóvenes, y que, al igual que en los humanos, mirar a la víctima mientras se gasta una broma evita malas interpretaciones. La paciencia y la agresión leve predominan entre las respuestas de los provocados, destacando la importancia de estas interacciones en la vida social de los simios.

Expertos destacan que estos hallazgos revelan un aspecto intrigante de la evolución y el comportamiento de los grandes simios, demostrando la existencia de comportamientos lúdicos compartidos con los humanos. Además, plantean la necesidad de ampliar la investigación a un mayor número de animales, lo que podría arrojar más luz sobre el origen y la función de estas conductas en otras especies de primates y animales con cerebros grandes.