El comportamiento de los hijos adoptados está mayoritariamente influenciado por los padres biológicos, lo que contradice la creencia de que el parecido entre padres e hijos en una familia adoptiva es significativo. Además, un hijo adoptado no comparte vínculos genéticos con su madre adoptiva y puede heredar ciertas tendencias de pensamiento de sus padres biológicos, especialmente el pensamiento rápido. Esta realidad genética puede tener implicaciones inesperadas en el comportamiento de los hijos adoptivos, incluso llegando a manifestarse en actos violentos.

El reciente caso en Castro Urdiales, donde un adolescente supuestamente agredió a su madre adoptiva, destaca la complejidad de estos temas. Según la perspectiva genética, los actos de violencia de un hijo adoptado hacia su madre adoptiva contradicen la selección natural, ya que afectarían negativamente a la transmisión de los propios genes. Aunque la moral social sugiere gratitud por parte de los hijos adoptivos, la biología revela que la ausencia de vínculos genéticos influye en la falta de similitud con la madre adoptiva.

El ambiente familiar también juega un papel crucial en comprender estos dramas, ya que, desde la perspectiva genética, se estima que la influencia de los genes en el comportamiento y la inteligencia es aproximadamente del 50%. Estudios realizados durante más de 70 años indican que el parecido entre padres e hijos en una familia adoptiva es limitado, lo que sugiere un impacto reducido de la influencia parental en la educación de los hijos adoptivos. Incluso se han identificado similitudes significativas en ciertas formas de pensar entre los hijos adoptados y sus padres biológicos.

En resumen, la genética y el ambiente familiar tienen un fuerte impacto en el comportamiento de los hijos adoptados. Si bien la adopción ofrece oportunidades para una mejor vida, la influencia genética y el entorno pueden llevar a resultados inesperados. La comprensión de estos factores puede ayudar a abordar situaciones difíciles, como el trágico suceso en Castro Urdiales, desde una perspectiva más holística.