Angelica Castro-Salazar: Inspirando a través de la educación y la ciencia

Angelica Castro-Salazar, estudiante de Ingeniería Civil y Medioambiental en el MIT, comparte su experiencia como docente en Barcelona

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MD Duran - Unsplash

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  • Angelica Castro-Salazar, estudiante del MIT, imparte clases de física y matemáticas en Barcelona.
  • Destaca la importancia de motivar a las jóvenes en el ámbito de las STEM.
  • Promueve la metodología maker para fomentar la creatividad y el aprendizaje práctico.
En Barcelona, Angelica Castro-Salazar ha encontrado el punto de unión entre dos de sus pasiones: un urbanismo fascinante y un proyecto docente inspirador. A lo largo de este mes de enero, la joven estudiante de Ingeniería Civil y Medioambiental, en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), ha tenido la oportunidad de impartir clases de física y matemáticas en el Institut Bernat el Ferrer, de Molins de Rei. Un proyecto fruto del acuerdo entre el MIT, el programa FAIG de la Generalitat y EduCaixa, de Fundació La Caixa.
¿Qué fue lo que le motivó a participar en este programa? -Por una parte, lo que me inspiró fue estar en Barcelona, que es una ciudad muy interesante desde el punto de vista de una ingeniera civil. Pero también la oportunidad de trabajar con niños como docente, que es algo que ya había hecho en el instituto de Estados Unidos.
Lo que más me ha gustado son las preguntas de los niños. A mí, personalmente, asignaturas como la física y las matemáticas me apasionan, pero es difícil saber si a un niño le está interesando o está captando lo que le estás explicando. Oír cómo hacen preguntas me demuestra que sí les importa el material que les estoy enseñando.
Lo más esencial es empezar cuando son pequeñas, que la familia no decida sus intereses por ellas. Además, creo que es importante que las chicas puedan contar con una comunidad en las clases de ciencia. Lo que he notado, en mi experiencia personal, es que las pocas chicas que hay en estas asignaturas sienten miedo a participar. En cambio, los chicos no dudan en hacerlo porque, al estar rodeados de sus amigos, se sienten en un espacio seguro. Las chicas se pueden sentir un poco solas en clase y les entran dudas al hacer comentarios o preguntas, como si se fueran a burlar de ellas.

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