La Conselleria d’Educació de la Generalitat ha aprobado unas instrucciones más estrictas de lo previsto sobre el uso de los móviles en los centros educativos. A partir del próximo curso, las escuelas e institutos deberán aplicar los criterios aprobados por el Govern, vetando sin excepción alguna los teléfonos inteligentes en la educación primaria y restringiendo su uso únicamente en actividades académicas dirigidas por el profesorado en la ESO (12 a 16 años).

Esta decisión supone una rectificación importante de la postura inicial del departamento de Educación, que defendía la autonomía de cada centro para establecer su propia regulación en este aspecto. Sin embargo, las nuevas directrices apenas dejan margen para que cada centro considere su proyecto educativo en esta materia.

El debate sobre los usos responsables y seguros de la tecnología en el entorno escolar ha generado opiniones encontradas. Mientras algunos argumentan que el acceso a los móviles es prematuro en etapas como la educación infantil, otros apuntan a que el uso de las pantallas en el aula, ya sea a través de móviles, tabletas o portátiles, representa una distracción que debe ser controlada y enseñada a controlar.

A pesar de las restricciones, existen opiniones divididas en cuanto a la exclusión del móvil en espacios de socialización, como la hora del patio. Mientras algunos consideran que el uso del móvil puede fomentar la incomunicación y el sedentarismo, otros argumentan que también forma parte de la interacción social de los adolescentes. El debate continúa abierto en torno a este tema.