La aprobación de la normativa para regular el uso de dispositivos móviles en las aulas ha generado opiniones encontradas en la comunidad educativa. Jordi Martín, profesor de secundaria en un instituto de Barcelona, celebra el marco regulador como un cierre al debate sobre los móviles en las aulas. Martín destaca la importancia de evitar malentendidos entre docentes, familias y estudiantes a través de una normativa común.

El veto al uso de móviles se extiende a diferentes ámbitos escolares como el patio, el comedor, las salidas y las actividades extraescolares, limitando su encendido solo para actividades educativas específicas. A pesar del entusiasmo mostrado por algunos directores de institutos, otros consideran que la normativa llega tarde para solucionar un problema que ya se venía afrontando, como es el caso del instituto Lluís Companys de Tordera.

Por su parte, la directora del instituto Dr. Puigvert critica que la responsabilidad de regular el uso de los móviles se haya trasladado a las escuelas, siendo un problema social que debería involucrar a las familias. La preocupación por posibles interpretaciones dispares y la necesidad de una normativa más completa que aborde la protección de datos y el acceso a contenidos también se hacen presentes entre las familias, representadas por Belén Tascón, presidenta de AFFAC.

En resumen, la regulación de los dispositivos móviles en los centros escolares continúa generando debates y opiniones diversas. Mientras algunos la celebran como un avance necesario, otros plantean la necesidad de abordar de manera más amplia la educación digital y la responsabilidad compartida entre familias, centros educativos y estudiantes.