Un padre de Mallorca ha llevado su lucha hasta el Tribunal Supremo para exigir que su hijo reciba educación en castellano en al menos un 25% de sus clases en las aulas de Baleares. La Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo del TS tiene en sus manos este caso, que guarda similitudes con el que fue analizado en Cataluña en 2021, donde se protegió un umbral mínimo de castellano en las aulas, desautorizando la inmersión lingüística en catalán. El hombre, asesorado por la asociación Hablamos Español, planteó inicialmente su solicitud a la Consejería de Educación del Gobierno autonómico, quien la desestimó.

Ante la negativa, el padre recurrió al Tribunal Superior de Justicia de Baleares, solicitando una medida cautelar para garantizar una educación 'conjunta en las dos lenguas oficiales', catalán y castellano, mientras se resolvía el fondo del asunto. Sin embargo, sus peticiones fueron denegadas por el TSJB, alegando que la legislación catalana y la balear son diferentes, sin aplicar automáticamente la jurisprudencia del caso catalán. A pesar de ello, una magistrada en el TSJB mostró su apoyo a las pretensiones del padre, recordando que la doctrina del Tribunal Supremo es aplicable en el caso del colegio mallorquín.

Ante esta situación, el padre y la asociación Hablamos Español presentaron un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, el cual ha sido admitido a trámite. Gloria Lago, presidenta de la asociación, confía en que la sentencia del Supremo pueda marcar un punto de inflexión, permitiendo a otras familias de las Islas solicitar educación en castellano para sus hijos de forma más ágil, si la sentencia es favorable. Lago denuncia la estrategia aplicada por los gobiernos, tanto actual como anterior, y aboga por la aplicación de la doctrina del Constitucional sin necesidad de la intervención judicial.

La decisión final del Tribunal Supremo en este caso se espera con expectación, ya que podría sentar un precedente importante para la comunidad educativa de las Islas Baleares en cuanto al uso del castellano en las aulas. La batalla legal continúa, y se espera que el pronunciamiento del TS pueda tener implicaciones significativas en la educación de los alumnos en la región.