Las autoridades australianas informaron el fallecimiento de un agricultor a consecuencia del clima extremo que azotó al sureño estado de Victoria. Los incendios forestales en el Parque Nacional Grampians, al noroeste de Melbourne, también han causado estragos. Según las informaciones preliminares, el hombre de 50 años falleció tras ser golpeado por un escombro volador mientras conducía su tractor durante el temporal en la localidad rural de Mirboo North, a aproximadamente 150 kilómetros al este de Melbourne.

Durante el clima extremo, marcado por temperaturas de casi 40 grados, se registraron tormentas y fuertes vientos de más de 120 kilómetros por hora, derribando árboles y dejando a más de medio millón de viviendas y negocios sin electricidad en el estado, el segundo más poblado de Australia. Actualmente, más de 220.000 viviendas y negocios continúan sin energía, según las autoridades estatales.

El clima extremo propició varios incendios forestales en Victoria, incluyendo los de las comunidades de Stapylton y Pomonal, situadas en el Parque Nacional Grampians, a unos 250 kilómetros al noroeste de Melbourne. En Pomonal, se presume que varias viviendas han sido afectadas por los fuegos. En otras localidades, los pobladores y las autoridades realizan tareas de limpieza y contabilizan los estragos dejados, especialmente por el derribo de árboles que han cortado varias carreteras.

Los australianos recuerdan los incendios del llamado 'Verano Negro' de 2019-20, que cobró la vida de 33 personas, calcinó unas 3.000 viviendas y quemó unas 180.000 kilómetros cuadrados de terrenos. La ministra de Energía de Victoria, Lily D’Ambrosio, advertía sobre la frecuencia de eventos climáticos más extremos debido al cambio climático. Australia, como uno de los mayores contaminadores per cápita del planeta, es uno de los países más vulnerables a la crisis climática, lo que hace que la temporada de incendios se extienda generalmente entre los meses de diciembre y marzo.