Los últimos censos realizados en Doñana en 2023 evidencian el declive de algunas especies, incluso su desaparición, y la presencia de otras exóticas que han necesitado de programas para eliminarlas. Las causas se deben básicamente a una falta de lluvias que acumula ya un ciclo de diez años secos, y al progresivo aumento de la temperatura media, que el año pasado batió el récord histórico con 19,3 grados. De las especies que no se han detectado, o son muy escasas, ninguna se puede catalogar como extinta, e incluso puede que se recupere su presencia cuando las condiciones ecológicas mejoren, según explica Rocío Zamudio, coordinadora de grupo de seguimiento en la Estación Biológica de Doñana (EBD).

Entre las especies que han sufrido un notable declive en Doñana se destacan la anguila, el sapo común, el lagarto ocelado, el salinete y el torillo andaluz. Estas especies autóctonas se han visto afectadas por la falta de agua, la sequía y otros factores relacionados con el cambio climático. Por otro lado, la presencia de especies exóticas como el cangrejo azul, la gambusia, el pico de coral, el pez gato, los galápagos y las malvasías, representa una amenaza para el equilibrio ecológico del ecosistema de Doñana.

El impacto del cambio climático y la sequía se suma a otros problemas que enfrenta este emblemático parque nacional, como la escasez de presas para especies clave como el águila imperial, y la disminución de poblaciones de ánsar común. Estos desafíos ponen en evidencia la vulnerabilidad de Doñana y la necesidad de implementar medidas urgentes para su conservación y recuperación de especies.

Los esfuerzos de conservación y gestión sostenible de Doñana son fundamentales para proteger su biodiversidad y su papel crucial en la migración de aves. Asimismo, es imperativo abordar las causas subyacentes del declive de especies autóctonas y minimizar el impacto de especies exóticas, a través de estrategias de manejo ecológico y restauración de hábitats. La colaboración entre científicos, autoridades y la sociedad civil es esencial para asegurar el futuro de este tesoro natural de Andalucía.